Ajedrez en personas adictas
Una mirada al ajedrez terapéutico, desde el lado más ortodoxo del ajedrez. Ajedrez en personas adictas.
Camila Colombo
«Ajedrez en personas adictas»
Desde hace más de diez años, en la Comunidad Terapéutica (CT) para personas adictas La Garrovilla de Mérida, el Club Magic Extremadura realiza el programa “Rehabilitación cognitiva en blanco y negro”, financiado por el Servicio Extremeño de Salud. Se utiliza un sistema basado en el ajedrez original del Magic y creado por el psicólogo Juan Antonio Montero, el Método ECAM de Entrenamiento Cognitivo a través del ajedrez, con el objetivo de que las personas con adicciones recuperen su máxima capacidad cognitiva, perdida en diferentes grados tras el consumo.
El taller se realiza dos veces por semana, y cada sesión dura una hora y media, con un descanso en el medio. Como herramienta de trabajo se utiliza, casi que únicamente, un tablero mural, el cual los usuarios ubican en su lugar antes de cada encuentro. Actualmente hay 16 participantes, este número depende de la cantidad de usuarios presentes en la comunidad, ya que es obligatoria la asistencia al taller, algo ciertamente que es llamativo, que en el único centro de titularidad pública extremeño de tratamiento de adicciones, el ajedrez terapéutico sea obligatorio.

El sistema del programa es continuo, no tiene fecha de comienzo ni de finalización, por lo que en el grupo siempre hay personas que hace meses participan del programa, y personas que recién comienzan. Esto lejos de generar un conflicto, enriquece al grupo y al método.
Durante las actividades, los que tienen más tiempo en la comunidad suelen compartir sus experiencias y estrategias. Por un lado realizan recomendaciones puntuales para realizar las actividades, “yo miro la diagonal”; “a mí me sirve ver el color de las casillas”; “yo intento quedarme con el orden de las piezas”; etc.
También procuran tranquilizar a los nuevos participantes comentando que al principio ellos mismos tenían mucha dificultad pero que poco a poco se hace más fácil, se van incorporando las estrategias y conociendo la dinámica. Y además imponen al resto cierto orden y respeto a la forma de trabajo, ayudando a la continuidad del encuadre.(Ver vídeo al final del artículo de Canal Extremadura TV).
Dentro de las nuevas incorporaciones al grupo es común encontrar personas con mucha resistencia al ajedrez, que manifiestan no saber nada del juego, que es muy difícil, que no van a poder…
Para ayudarlos a incorporarse al espacio es importante explicar reiteradamente los objetivos, aclarar que no es necesario saber jugar al ajedrez, que se trabaja con una dificultad creciente, de menos a más, teniendo en cuenta el proceso de cada uno.
Durante los encuentros también se introducen algunas cuestiones teóricas, se explica la habilidad cognitiva que se pretende trabajar, nociones sobre cómo funciona el cerebro, sobre el Método ECAM, etc. Generalmente muestran mucho interés por éstas explicaciones, hacen preguntas y reflexionan sobre las actividades que se hacen. Esto les ayuda a comprometerse con el trabajo del taller, mantener el esfuerzo y la atención.

Por otro lado, se observa que algunas de las nuevas incorporaciones ya habían participado anteriormente en un programa de entrenamiento cognitivo a través del ajedrez. Esto tiene que ver con el alto grado de reincidencia y con que dentro de Extremadura el método ECAM se encuentra presente, y con gran prestigio, en diversos espacios de trabajo social. En éste momento se podría clasificar a los participantes, a grandes rasgos, en tres grupos:
Un primer grupo lo forman los que tienen interés tanto por jugar al ajedrez como por las actividades de entrenamiento cognitivo a través del ajedrez.
El segundo grupo está formado por los que no tienen interés en jugar al ajedrez, pero están muy motivados en el entrenamiento cognitivo a través del ajedrez.
El tercer y último grupo es el de los que no tienen interés en jugar al ajedrez, y si bien no están muy motivados en el método de entrenamiento cognitivo a través del ajedrez, participan correctamente y logran evidentes progresos.
Esta clasificación, si bien es un agrupamiento arbitrario y subjetivo, evidencia que desde diferentes comienzos, con diferentes vínculos con el ajedrez y con diferentes motivaciones, los participantes desarrollan un vínculo y cierto grado de compromiso con el trabajo que se hace.
A su vez, la clasificación ayuda a observar cómo las personas que entran al taller mal predispuestas, generalmente por no tener afinidad previa o incluso rechazo al ajedrez, a lo largo del taller presentan un menor grado de resistencia, logrando beneficiarse del proceso.

Éste cambio en la postura hacia el juego refleja una característica muy valiosa de los participantes, y es la posibilidad de cambiar de opinión. Resulta interesante y hasta necesaria esta flexibilidad o el hecho de que en cierto grado están abiertos a la posibilidad de que termine gustándoles la propuesta e incluso el juego. Valorando aún más dicho cambio de actitud, hay que tener en cuenta que un taller de rehabilitación cognitiva es diferente a un taller de ajedrez.
Al trabajar diferentes habilidades cognitivas se está realizando un esfuerzo cognitivo que es exigente para nuestro cuerpo y mente. Es necesario mantener la atención, la concentración, ejercitar la memoria, el razonamiento, etc.
Cada vez que pasan al frente, para resolver un ejercicio, o tienen que responder una pregunta concreta, inevitablemente hay un grado de exposición que les puede afectar. En definitiva, tiene mucho mérito comenzar a hacer este trabajo, en un grupo previamente conformado, cuando además estamos predispuestos a que no nos guste el ajedrez o pensamos que no vamos a poder cumplir con lo que se nos va a pedir.