Artículo escrito por Camila Colombo.

Hoy día 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Síndrome de Down, fecha elegida para dar visibilidad y mostrar apoyo a las personas con síndrome de Down. Acompañando éste día es pertinente describir uno de los tantos espacios a los que, con esfuerzo y compromiso, asisten algunas personas con síndrome de Down en Mérida.
En la Biblioteca Pública del Estado “Jesús Delgado Valhondo”, en convenio con la Asociación Down Mérida, el Club Magic Extremadura desarrolla su programa de Ajedrez Terapéutico. Todos los viernes por la mañana, durante una hora, 12 jóvenes y adultos (7 mujeres y 5 hombres) participan del taller con mucho entusiasmo. Para quienes participamos del club, monitores y psicólogos, la experiencia, que no es novedosa, se ha realizado con éxito en bastantes ocasiones, sobra decir que resulta tremendamente gratificante y motivadora.
Durante los encuentros se emplea la metodología de Entrenamiento Cognitivo a través del Ajedrez Método ECAM original de Juan Antonio Montero, presentando ejercicios de dificultad creciente para trabajar diferentes habilidades cognitivas como la memoria, la atención, la percepción, las funciones ejecutivas, etc. Unas de las habilidades más trabajadas en el taller son la percepción y el procesamiento visoespacial. El trabajo con el tablero, las columnas, filas, diagonales, casillas, reconocimiento de piezas, etc. resulta una base enriquecedora para trabajar las otras habilidades cognitivas.

Algunos de los asistentes ya habían participado del programa antes de la pandemia, por lo que presentaban conocimientos sobre la dinámica del taller y sobre las reglas del ajedrez. Sin embargo, para otros es una actividad totalmente nueva, previamente no conocían las piezas ni el tablero.
Es un grupo que se conoce mucho, se ayudan mutuamente y se impulsan unos a otros. En el trabajo con ellos se hace evidente el sentimiento de grupo, al comienzo del encuentro están pendientes de los que ya llegaron o los que llegan tarde y avisan si saben que alguien va a faltar. Durante la sesión se llaman la atención unos a otros cuando alguno se distrae, festejan los logros e intentan ayudar al que ven dudar.
Generalmente la clase se divide en dos etapas, inicialmente se emplea el tablero mural, donde trabaja el grupo entero, aunque participan de forma individual, y posteriormente se reparten tableros y piezas para que trabajen en parejas o grupos reducidos.
En el trabajo con el tablero mural, donde pasan individualmente, se pueden observar más claramente diversas formas de enfrentarse a la tarea, con algunas características en común. Inicialmente predomina un ritmo de respuesta enlentecido, acompañado de dudas o temor a equivocarse.

Por este motivo es necesario fortalecer la confianza de los participantes y hacer indicaciones para que mantengan el esfuerzo y la motivación. A medida que los usuarios se adaptan a la metodología y a las exigencias de cada actividad, mejoran poco a poco su ritmo de trabajo.
En este sentido el grupo se beneficia de comenzar el encuentro trabajando con características del tablero y las piezas, así como la denominación de las casillas empleando el sistema de coordenadas. Teniendo en cuenta que es un grupo muy heterogéneo, esta actividad ayuda a los que presentan más dificultad, para continuar con la familiarización de los elementos del juego.
Para los que presentan mayor facilidad es un primer nivel que les ayuda a fijar la atención y prepararse para poco a poco aumentar la exigencia cognitiva. Una de las actividades que se realizan para trabajar la memoria es colocar en el tablero mural determinada cantidad de piezas y pedirles que las memoricen.

Este trabajo se repite aumentando de a poco la cantidad de piezas. En muchos casos los participantes, cuando valoran que están preparados, avisan “le saqué la foto” o “lo guardé en mi cabeza”. Ante esto se les pregunta algún detalle de esa “foto” que sacaron, procurando que fijen la atención en alguna pieza en particular e incorporen la estrategia de identificar una referencia dentro del tablero, que los ayude a orientarse. En general, el grupo muestra mucho entusiasmo cuando llega el momento de utilizar los tableros y piezas para el trabajo en parejas. Esto tiene que ver con el disfrute de jugar y compartir con otros, así como de manipular las piezas y el tablero de forma más constante. Por esta razón cada encuentro termina con una actividad donde se emplean estos materiales, favoreciendo la motivación y el intercambio.